Feeding problems? Porque mi hijo no come?
- Paola Lazo
- 16 dic 2024
- 5 Min. de lectura

Estrategias para ayudar a los niños con TEA en el trastorno alimentario.
La musicoterapia es una intervención terapéutica basada en el uso de la música para promover el bienestar físico, emocional, social y cognitivo. En el caso de niños con trastornos alimentarios y autismo, esta herramienta puede ser particularmente beneficiosa debido a su capacidad para abordar problemas emocionales y conductuales, y fomentar la comunicación y la autorregulación.
Beneficios de la musicoterapia en niños con trastorno alimentario y autismo:
1. Regulación emocional y reducción de la ansiedad:
• La música tiene efectos calmantes y puede reducir los niveles de estrés y ansiedad que suelen experimentar los niños con trastornos alimentarios y autismo.
• Ayuda a canalizar emociones difíciles relacionadas con la alimentación, la autoestima y las interacciones sociales.
2. Fomento de la comunicación:
• Los niños con autismo a menudo tienen dificultades para expresar sus emociones o necesidades; la música ofrece un medio no verbal para hacerlo.
• La improvisación musical, el canto y las canciones personalizadas pueden estimular el desarrollo del lenguaje y la interacción social.
3. Construcción de rutinas saludables:
• La música puede integrarse en las rutinas de alimentación, ayudando a los niños a asociar las comidas con experiencias positivas.
• Canciones rítmicas o actividades estructuradas pueden facilitar la aceptación gradual de alimentos nuevos o reducir conductas relacionadas con la evitación alimentaria.
4. Desarrollo de habilidades sociales:
• La participación en sesiones grupales de musicoterapia fomenta la interacción social, el trabajo en equipo y el aprendizaje de turnos.
• La música puede ser un puente para conectar con otros, algo especialmente relevante para los niños con autismo.
5. Estimulación sensorial controlada:
• Para niños con hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial (común en el autismo), la música proporciona una estimulación regulada que ayuda a equilibrar su percepción sensorial.
• Esto puede ser útil en la aceptación de texturas o sabores en el contexto de los trastornos alimentarios.
6. Fomento de la autoestima:
• La creación o interpretación musical puede generar un sentido de logro, fortaleciendo la confianza en sí mismos.
Técnicas de musicoterapia más utilizadas:
1. Canto terapéutico:
• Ayuda a mejorar el desarrollo del lenguaje y a expresar emociones de manera segura.
2. Improvisación instrumental:
• Favorece la autoexpresión y la autorregulación.
3. Escucha activa de música:
• Estimula la relajación y mejora el estado de ánimo.
4. Movimiento rítmico y danza:
• Facilita la integración corporal y mejora la conexión entre mente y cuerpo.
5. Composición de canciones personalizadas:
• Permite abordar temas específicos relacionados con la alimentación, el autoconcepto y la interacción social.
Estudios y evidencia:
La musicoterapia ha demostrado ser efectiva en la reducción de la ansiedad, el aumento de la comunicación y la mejora del comportamiento adaptativo en niños con autismo. Además, en trastornos alimentarios, se ha encontrado que la música puede ser un factor protector contra el estrés asociado a la comida y promover una relación más positiva con esta.
Conclusión:
La musicoterapia es una herramienta valiosa que complementa otras intervenciones en niños con trastornos alimentarios y autismo. Personalizar las sesiones según las necesidades del niño es clave para maximizar sus beneficios y fomentar una mejora integral en su bienestar.
Las actividades para niños menores de 5 años con trastorno alimentario deben ser diseñadas de manera lúdica, segura y enfocadas en mejorar su relación con la comida. Dado que a esta edad los niños están en una etapa de desarrollo sensorial y emocional, las intervenciones deben incluir elementos de juego, creatividad y exploración gradual, respetando sus necesidades individuales.
Actividades recomendadas:
1. Exploración sensorial con alimentos:
• Objetivo: Reducir la sensibilidad o la evitación hacia ciertos alimentos.
• Cómo hacerlo:
• Utiliza alimentos de diferentes texturas, colores y olores (por ejemplo, puré, gelatina, frutas suaves, galletas).
• Permite al niño tocar, aplastar, oler y jugar con los alimentos sin necesidad de comerlos.
• Ejemplo: Crear figuras con puré de papas o hacer “pintura” con yogur de colores.
2. Juegos de roles con alimentos:
• Objetivo: Normalizar los alimentos como parte de la rutina y reducir la ansiedad asociada.
• Cómo hacerlo:
• Utiliza una cocina de juguete o una mesa para “preparar comida” con plastilina, masa o comida real no perecedera.
• Invita al niño a “cocinar” para sus muñecos o peluches y a darles de comer.
• Ejemplo: El niño “alimenta” a un muñeco, imitando un comportamiento positivo hacia la comida.
3. Juegos musicales sobre alimentos:
• Objetivo: Crear una asociación positiva con la comida.
• Cómo hacerlo:
• Canta canciones sobre alimentos, como “La ensalada de frutas” o inventa canciones que incluyan los nombres de los alimentos que se están introduciendo.
• Usa instrumentos simples (panderos, maracas) para acompañar el canto.
4. Cuentos interactivos sobre alimentación:
• Objetivo: Ayudar al niño a comprender la importancia de la comida de manera divertida.
• Cómo hacerlo:
• Utiliza cuentos que incluyan personajes que exploren alimentos (ejemplo: “El monstruo de colores come zanahorias”).
• Combina la lectura con actividades relacionadas, como identificar o dibujar los alimentos mencionados.
5. Actividad de clasificación de alimentos:
• Objetivo: Familiarizar al niño con los alimentos y sus categorías.
• Cómo hacerlo:
• Da al niño tarjetas con imágenes de alimentos o juguetes de alimentos.
• Ayúdale a clasificar según colores, texturas o tipos (frutas, verduras, etc.).
• Ejemplo: “Vamos a buscar todos los alimentos que son rojos.”
6. Creación de platos divertidos:
• Objetivo: Hacer que los alimentos sean visualmente atractivos y motivar su aceptación.
• Cómo hacerlo:
• Con ayuda de un adulto, crea caras o figuras usando trozos de frutas, verduras o pan.
• Ejemplo: Un sándwich con “ojos” de rodajas de pepino y una “boca” de tomate.
7. Tocar y oler antes de probar:
• Objetivo: Reducir la aversión inicial a nuevos alimentos.
• Cómo hacerlo:
• Presenta un alimento nuevo como un objeto de curiosidad. Anima al niño a tocarlo, olerlo y observarlo antes de probarlo.
• Usa frases como: “¿Puedes tocarlo? ¿Cómo se siente?”
8. Carrera de texturas:
• Objetivo: Incentivar la aceptación de diferentes consistencias.
• Cómo hacerlo:
• Coloca en pequeños recipientes alimentos con texturas distintas (puré, yogurt, pedacitos de pan suave, gelatina).
• Pide al niño que toque, pruebe o juegue con cada uno.
9. Juegos con utensilios de comida:
• Objetivo: Reducir la ansiedad asociada con los utensilios y promover la autonomía.
• Cómo hacerlo:
• Enseña al niño a usar tenedores pequeños, cucharas o pinzas como parte de un juego.
• Ejemplo: Usar una pinza para recoger trozos de fruta y colocarlos en un plato.
10. Actividades con pintura de alimentos:
• Objetivo: Asociar los alimentos con la creatividad y la diversión.
• Cómo hacerlo:
• Usa purés de alimentos de colores (betabel, espinaca, zanahoria) como pintura no tóxica para que el niño dibuje en un plato o papel.
• Habla sobre los colores y las texturas mientras pinta.
Consejos generales:
• Progreso gradual: No forces al niño a comer; primero debe familiarizarse y sentirse cómodo con los alimentos.
• Ambiente relajado: Realiza las actividades en un entorno sin presiones, con tiempo suficiente.
• Refuerza lo positivo: Aplaude cada pequeño logro, como tocar o probar un alimento nuevo.
• Evita distracciones excesivas: Aunque el ambiente debe ser lúdico, el enfoque principal debe estar en el alimento.
Estas actividades deben complementarse con el apoyo de un equipo multidisciplinario, que puede incluir pediatras, nutricionistas y terapeutas especializados en trastornos alimentarios en la infancia.
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